viernes, 10 de junio de 2016

Clases anuales 2015 – Reseñas

Adriana Testa: Síntoma y pulsión 
Por Pablo Rosas

El viernes 3 Julio en la sede de Apsat tuvimos la visita de Adriana Testa, miembro y ex presidenta de la Escuela de Orientación Lacaniana, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) y de la Fundación Descartes.
La clase se tituló “Síntoma y Pulsión”, centrando esta conjunción en el campo de la experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, pasando del significante como pacto a la opacidad irreductible en la relación del sujeto con lalengua. Existe una articulación, puntualizó Testa, entre concepto y experiencia, siendo los conceptos quienes permiten dar cuenta de la lógica de la experiencia, la del uno por uno, tal cual Freud lo indicara. Sin embargo, para Jacques Lacan, la experiencia es encarnada y animada, lo cual deja siempre una hiancia entre ambos términos.
El optimismo lacaniano de los años 50 queda parcialmente explicado por las influencias culturales de la época (la obra de Hegel), el símbolo mataría a la cosa (sobre lo que nombra) siendo un factor de mediación. Tal optimismo consistía en la creencia que lo simbólico incluso incidiría en lo real, que lo “obedecería” en cierto modo.
A medida que Lacan diferencia lo libidinal de lo imaginario es donde la pulsión encuentra su lugar en lo Real. Separa el goce de lo imaginario evidenciando otra dificultad, el A (simbólico) y el a (imaginario) no bastan como referencia, resultan insuficientes.
Es precisamente en el Seminario XI donde Lacan separa el inconsciente freudiano del suyo, un inconsciente discontinuo que se manifiesta en las alternancias, un agujero donde se producen hallazgos. Si lo Real es lo que retorna siempre al mismo lugar es en tanto hay un tiempo Simbólico, el de las cadenas significantes, donde las cosas retornan.
 La repetición, lo traumático, la tyche, dan cuenta de aquello que no cesa de no escribirse, satisfacción paradojal siempre en exceso, ligada a la trayectoria de la pulsión.


Marcelo Izaguirre: Del lenguaje a la pulsión 
Por Virginia Gilardi

El viernes 11 de septiembre Marcelo Izaguirre, miembro de la Fundación Descartes, autor de “Jacques Lacan: el anclaje de su enseñanza en la Argentina” estuvo en la sede de ApSAT para dar la clase: “Del lenguaje a la pulsión” en el marco del seminario sobre Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. De la estructura del lenguaje al montaje de la pulsión, sería el título ampliado de la propuesta que mantuvo en su transcurrir la idea de que en este pasaje lejos se estaría de querer arribar a alguna síntesis posible en lo que a las pulsiones y a una vida sexual adulta se refiere.
Propuso abordar el tema a partir de tres puntos:
-Diferenciar la transferencia de la repetición, basando esta diferencia en un cambio en la concepción de la causa como causas excepcionales: el automaton, traducido como azar y que tendrá que ver con fenómenos excepcionales de la naturaleza y la tyche, fenómenos excepcionales también pero en los que interviene cierta elección del sujeto o intencionalidad.
 -El inconsciente y su relación con la sexualidad, por lo cual se introduce la realidad del inconsciente como realidad sexual, puesta en acto en la transferencia que pone en juego un límite a la interpretación. La sexualidad es este límite, lo que se introduce en el intervalo entre el síntoma y la interpretación.
-Diferenciación entre la pulsión y el amor, a partir del dualismo pulsional freudiano: pulsiones sexuales y pulsiones de autoconservación, satisfacción pulsional anterior a la constitución del yo y en consecuencia ligada al amor.
Lejos de pasar de las pulsiones parciales al objeto total, le basta su recorrido para hacer surgir de él, un nuevo sujeto más allá de las determinaciones significantes y a partir de un montaje. Sometido así a las determinaciones pulsionales.


Graciela Musachi: El anzuelo de la mentira 
Por Pamela Morelli

El 9 de octubre del 2015 nos visitó Graciela Musachi* en el marco del curso anual “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis” de J. Lacan. La clase se tituló “El anzuelo de la mentira”.
Con un estilo propio que conjugó claridad y rigurosidad, Musachi se sirvió de una cita de W. Shakespeare - “Con el anzuelo de la mentira pescarás la carpa de la verdad”- y una ópera de Mozart (Cosí Fan Tutte o Así hacen todas) para revelar la verdad en el engaño del amor.
Desde éste punto preciso partió partió Freud en 1895 en Estudios sobre la histeria: La única verdad en juego en el amor, es el engaño. Es un error, una “falsa conexión” en términos freudianos o un “falso anudamiento” en palabras de E. Laurent.
Considerando que en la obra de Freud siempre está presente una lógica binaria, se hizo un desarrollo detallado de la transferencia que, como instrumento, presenta dos aspectos: Operando como obstáculo, pero también como resorte del análisis ya que es lo que posibilita “arrojarse a los brazos del analista” produciendo así el desencadenamiento de la palabra, siendo por amor que se empieza a hablar. Allí radica la virtud de la transferencia: es sólo a través de la misma que es posible la apertura del inconsciente. Tomando este camino declaró: “Todo lo que hacemos en el dispositivo analítico es hablar del amor. El amor por el otro, el confesado, el inconfesado. En este punto el desafío del analista es resistir la prueba y no dejarse engañar.”
Con una intertextualidad masottiana,recorriendo textos de Freud, Lacan, Miller, Laurent, obras de la literatura y la música la invitada transmitió que no hay un saber absoluto o una verdad establecida por un solo autor, sino que hay distintos modos de lectura.
La clase se desarrolló en un clima ameno y fue seguida de un interesante debate.
*G. Musachi es analista miembro de la AMP, la EOL (de la cual ha sidopresidente) y de la Fundación Descartes. Autora de Mujeres en movimiento, El otro cuerpo del amor y Fantasmas colectivos, entre otras publicaciones.


Elena Levy Yeyati: Despertar para seguir durmiendo: El fracaso del sueño y la repetición 
Por Natalia Senestrari

El pasado viernes 16 de octubre de 2015 contamos con la presencia Elena Levy Yeyati, miembro de la Fundación Descartes, de la Escuela de Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. También autora y compiladora, respectivamente, de los libros “El DSM en cuestión” y “La casuística de Lacan.”
En el marco de nuestro Seminario Anual de Lectura del Seminario XI de Lacan: “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”. Elena dio una clase en la sede de la APSaT, titulada “Despertar para seguir durmiendo. El fracaso del sueño y la repetición”. La misma tomaría como ejes dos capítulos de dicho Seminario: el Capítulo IV: De la red de significantes y el Capítulo V: Tyche y automaton, repetición y significante.
Tomando el concepto de Repetición, y siguiendo a Lacan, la diferenciará del retorno, la rememoración, el hábito, el comportamiento estereotipado… La repetición lacaniana es algo más que la insistencia de significantes, que estaría dentro del orden de lo Simbólico, nos hablará de la repetición lacaniana en su acepción de Real.
 Toma el sueño que Lacan menciona en este Seminario, paradigma del sueño de angustia en Freud, en el cual un padre sueña que su hijo muerto lo toma por su brazo y le murmura en tono de reproche: “Padre,¿ acaso no ves que ardo?”.
Lacan se pregunta: ya que el deseo del sueño es seguir durmiendo ¿Qué es lo que despierta? Lo que despierta es otra realidad, algo de otro orden,un más allá del principio de placer, un abismo, un agujero que no se puede capturar hablando, algo del orden de lo Real. Podríamos decir que el despertar del sueño, está en relación con la idea de repetición en lo Real. Luego del despertar, en el mejor de los casos, la realidad fantasmática se volverá a instalar para nuestra tranquilidad.

Nos recomendó varios textos y autores: Bruce Fink, Maire Jaanus, Germán García… Con un estilo descontracturado, pero sin perder su precisión teórica, Elena nos iluminó cuestiones fundamentales de este Seminario, que enriquecieron la lectura que hemos venido realizando lo largo de todo este año.

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