jueves, 24 de febrero de 2011

CLASE DE ELENA LEVY YEYATI (Curso anual 2010) Ego VS. Sexo

Reseña de Virginia Girardi

La segunda clase del espacio del curso anual: “ Escritos, una aproximación intertextual” estuvo a cargo de la Dra Elena Levy Yeyati, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, de la Escuela de Orientación Lacaniana y del Centro Descartes.

El título de la clase Ego vs Sexo resulta de interés por lo que en el programa del Instituto Oscar Masotta son las clases dedicadas a la pulsión en Freud y a través de la lectura que hace Lacan del tema.

El momento de la enseñanza de Lacan que surge del escrito “ Del Trieb de Freud y del deseo del analista” corresponde con los días previos a la publicación del Seminario 11, “ Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, siendo este seminario el primero que va a dictar fuera de la IPA.

Este escrito propone la recopilación de sus intervenciones en un congreso que transcurre en Roma en 1964 y en el que anticipa lo que va a resultar de apoyar la noción del deseo del psicoanalista en la noción de pulsión.

Otro motivo de interés para contextuar estas intervenciones es que éstas son hechas en Roma y hay ahí una coincidencia con "Función y campo de la palabra", clase que dicta en el Congreso de Roma cuando se produce la escisión de la Escuela Freudiana de París. Momento de ruptura en el cual Lacan vuelve a revisar los conceptos fundamentales del psicoanálisis y en el que, ya fuera de la IPA, se sostiene en su propio deseo para llevar adelante su enseñanza.

Roma, lugar particular para estas intervenciones, que tienen lugar en un congreso sobre técnica y casuística, con las implicancias de los problemas introducidos por la ética en los problemas de la ciencia , además de ser un ámbito religioso con las resonancias del discurso teológico. Notar ésto hace a la recuperación de los contextos de enunciación.

Ego vs. Sexo puso al deseo del analista en el centro del interés en tanto lugar de enunciación, posición que el analista toma para hacer de una praxis un modo de operar y de los conceptos psicoanalíticos algo más que enunciados o definiciones. Así como Schreber se formuló como un caso para el psicoanálisis por el deseo de Freud y el concepto de pulsión devino un montaje freudiano por este mismo deseo, Lacan señala la importancia de la recuperación de los contextos de enunciación cuando se enseña el psicoanálisis, fuera del dispositivo pero dentro del discurso analítico.

El deseo del analista articulado a la pulsión hace que se vincule a la producción del analista. La pulsión construida por Freud es a partir de la experiencia del inconsciente. Sólo a partir del análisis es que se puede hablar de pulsión y no de la pulsión en el mundo, en el universo o como una cosmovisión. Desde Lacan pulsión es un concepto engendrado en el contexto de una praxis. Esto relativiza su valor como enunciado y posibilita oponer el pensamiento psicologizante al deseo del analista. La libido no es el instinto sexual, la libido para Freud es la energética de las pulsiones sexuales para después extender esta energética a las pulsiones del yo. Los límites se borran. El ego ya no importa como función de síntesis, como yo autónomo sino un yo perturbado por lo sexual. Nuevamente el contexto y Lacan debatiendo y cuestionando a los psicólogos de la ego psychology que habían entronizado las funciones yoicas dentro del dispositivo analítico, funciones yoicas no tocadas por la sexualidad.

Al decir de Oscar Masotta, Lacan opone a la entronización del yo la idea de desfase como la imposibilidad de correspondencia o evolución. Los dualismos convergen, los dicotomías se borran, las cosas se anudan y son conciliación de contrarios. Principio del placer y principio de realidad devienen realidad psíquica para Freud, y según Lacan devienen realidad psíquica pero en la experiencia intersubjetiva del diálogo analítico. Otra vez el campo de la praxis. Lo que del analista hay comprometido en la realidad psíquica. Lo que de un análisis trasciende una terapéutica es el resultado de algo que de lo simbólico opera en lo real y una transformación de la satisfacción pulsional.

En el texto “Del Trieb de Freud y del deseo del psicoanalista”, intervenciones aisladas de Lacan recuperadas en el contexto nos llevan a pensar la importancia de conectar la praxis clínica con los dispositivos institucionales, borrar las dicotomías que dejan una cosa aislada de la otra e interrogar el deseo del analista a la luz de distintas lecturas y replantear lo que se cree ya entendido en alguna parte.

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